Éxodo 33:9-11
Cuando Moisés entraba en la carpa, la columna de nube descendía y
se quedaba en el aire a la entrada mientras el
Señor hablaba con Moisés. 10 Cuando el pueblo notaba que la nube se detenía a la entrada de la carpa,
cada
persona se paraba a la
entrada de su propia carpa y se inclinaba. 11 Dentro de la carpa de reunión, el Señor hablaba con Moisés
cara a cara, como
cuando alguien habla con un amigo. Después, Moisés regresaba al campamento, mientras que su asistente,
el
joven Josué, hijo de
Nun, permanecía en la carpa de reunión.
Notemos, que el pasaje nos habla de tres grados de cercanía a Dios:
Moises… Compañero, amigo, cara a cara… Intimidad… Entraba en la carpa
Josue… Cercano, deseoso, pero intimidado. Permanecía en la carpa de reunión.
El Pueblo… Se paraba a la entrada de sus carpas… a la distancia, si buscaba pero de
lejitos, sin mayor
compromiso, “a su manera”.
Dependiendo del grado de confianza en una relación, de esa forma tratamos a las personas.
PERO DIOS QUIERE QUE TODOS SEAMOS CERCANOS A ÉL y NOS DICE:
Santiago 4:8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes.(Este es el deseo de Dios)
Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, (esto nos habla de santificarnos,
apartarnos para Él. Las manos habla de nuestras acciones y el corazón de nuestras intenciones).
porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. (Esto nos habla de tomar deducciones
entre las costumbres y ATRACCIONES que sentimos por “EL MUNDO” y nuestra comunión con Dios).
Si nos acercamos lo suficiente, adquirimos alto grado de confianza, es decir, ¡INTIMIDAD!
Marcos 14:36
«Abba, Padre—clamó—, todo es posible para ti. Te pido que quites esta copa de
sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía»
Romanos 8:15
Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio,
recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba,
Padre»
Gálatas 4:6
y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro
corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre».
APLICACIÓN PRÁCTICA
Señor te doy gracias por tu palabra. se que tu quieres que yo se a intimo tuyo, Ayúdame este nuevo año
a
fortalecer mi comunión contigo, estoy dispuesto a hacerlo y lo haré.
Pero yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta. Tú eres mi Dios y mi dueño, en ti encuentro
protección; ¡por eso quiero contar todo lo que has hecho!
Salmo 73:28.